☰ menú
//



AISLADOS

Nuestros ojos se agotaban de mirar caer la lluvia, día tras día.
Bajo el cielo de cromo, los pájaros añoraban la bucólica vida; también en los jazmines crecía la nostalgia.
En tiempos de diluvios, se cierran muchas puertas.
-Nunca cesará. Jamás nos iremos-, murmuró Celia.
En sus ojos vidriosos se agotaba otra lluvia.
-Mañana saldrá el sol. Alguien vendrá a buscarnos-, dije yo, como tantas otras veces.-Tocaré una melodía-.
Camino hacia el piano sentí que mi promesa sería quebrantada. Llegaban las musas lánguidas, yermas; desgajados sus cabellos por la eterna tormenta.
De los azules ojos de Celia, brotó la primera lágrima.
La abracé y me contuve.
Un pensamiento aciago se agitó en mi silencio: ¿Quién me escucharía entre las cohortes de ángeles, si gritara?


Daniel Adrián Madeiro

Copyright © Todos los derechos reservados.

Publicado el: 17-02-2003
Última modificación: 00-00-0000


editar deja comentario al poema

regresar




POETA VIRTUAL no persigue ningún fin de lucro. Su objetivo es exclusivamente de carácter cultural y educativo, mediante la difusión de la poesía. Los poemas y cuentos presentados en este portal son propiedad de sus autores o titulares de los mismos.


Copyright © 2017-2024 Poeta Virtual Inc. Todos los derechos reservados.
Copyright © 2017-2024 Virtual Poet Inc. Worldwide Copyrights.