querida amiga Berta:

Fue para mí una gran alegría volver a encontrarnos. A mi memoria vinieron muchos y gratos recuerdos sobre nuestra infancia y sobre todos aquellos sueños que teníamos de proyectos para ser algo en la vida. Después de todos estos años nuestros caminos se han vuelto a encontrar y como buena amiga que fui y sigo siéndolo, te voy a contar mi experiencia para que de ella saques todo lo necesario para desarrollar tu inversión, tal como me contaste.

Ser mujer y empresaria no creas que es fácil en los tiempos que corren. Al menos no tendrás todas las dificultades que yo tuve en mi tiempo, pero aún así, deberás ir con mucho cuidado. Desgraciadamente, para nosotras, las mujeres, el esfuerzo se duplica, pues vivimos en una sociedad estancada en valores morales y sociales algo arcaicos, pero que poco a poco, y gracias al esfuerzo de todas las mujeres, vamos consiguiendo que sea un mundo mucho más igualitario.

Me contaste que gracias a un golpe de fortuna te habías hecho con un capital que querías invertir en la apertura de una Sala de Fiestas donde se pudieran ofrecer espectáculos de música, danza y baile en general, amenizados con actuaciones artísticas variadas. Me hizo recordar cuando fui primera figura de la canción y del teatro, pero sobre todo, me hiciste recordar cuando tenía mi propia Sala de Fiestas, en la que actuaron grandes figuras y con la que conseguí gran renombre.
Los tiempos han cambiado un poco, pero ahora también te vas a encontrar con grandes ayudas económicas y administrativas por parte de las Administraciones públicas, que ofrecen grandes ventajas a las mujeres que, como tú, quieren invertir en el desarrollo económico social. Nunca he comprendido el por qué hombre y mujer tienen diferentes derechos y socialmente se les consideraba (y en muchos aspectos, aún hoy día se les sigue considerando así) que tenían diferentes capacidades. Siempre he dicho que hay algo claro: la única diferencia reside en la anatomía y eso es indiscutible, hombre y mujer son seres humanos y salvando esa circunstancia natural, creo que somos tan diferentes como lo puede ser un europeo, un africano, un cojo, un atleta, un sabio, un bachiller… etc. No hay dos seres iguales, ni hombres ni mujeres, pero todos, todos, somos seres humanos, con las mismas debilidades, virtudes, fuerzas, esperanzas, sueños, proyectos, inteligencia, corduras, sinsabores… ¡Todo depende de nosotras mismas! El ser humano no tiene límites, sea hombre o mujer.

Perdona quizás por todo este rollo, pero me dejaste algo preocupada cuando me contabas tus inquietudes por si serías capaz de ser empresaria, con todo lo que ello representa de responsabilidades y mando. Quiero darte ánimos y ayudarte en todo lo que pueda. Ten fuerza y que tu voluntad nunca decaiga. Creo que tu proyecto es muy interesante y además el mundo del espectáculo, el turismo y la hostelería es uno de los que tiene mayor compenetración social entre hombres y mujeres, no está tan definido unilateralmente como puede estarlo otro marcadamente más clasicista, dicho en el sentido referido a una posición dominante, bien sean hombres o mujeres, como puede ser el caso de las Fuerzas Armadas, las acerías, las minas… en el caso de los hombres, o floristas, costureras, azafatas… en el caso de las mujeres.

Así que ya sabes, con determinación y voluntad estoy completamente segura que saldrás adelante en tu proyecto, y te alabo por ello. Localiza un buen local y en una zona con tránsito y seguridad. Aquél que me contaste creo que puede ser muy interesante. Consulta los incentivos fiscales y las ayudas para nuevas empresas y actividades y piensa si sería mejor comprarlo que alquilarlo. Ya te comenté las subvenciones a las que puedes tener acceso. Todos los comienzos de cualquier negocio requieren un tiempo y hay que planearlo todo bien detenidamente. Piensa también en el personal con el que vas a trabajar y te recomiendo que contrates a aquellas personas que tengan las cualidades que tú buscas, pero nunca porque sean hombres o mujeres, sino por su valía, al final saldrás ganando. Como ya hablamos, hombre y mujer son lo que son y lo que quieran ser, y todos somos iguales de valiosos e inteligentes. En cualquier caso, todo depende de nosotras mismas.

No quiero cansarte más y espero que te sirvan de algo estas pobres líneas. Nos vemos el próximo 15 de mayo, tal como quedamos.

Un beso y un fuerte abrazo de tu amiga,

Teresita Vázquez