Si soy una odisea inacabada
extraviado en mis propios pensamientos,
hoy como puedo oculto mis tormentos
aunque a veces me quede en la estacada.
Pero quizás parezca una chorrada
desconfiar de la rosa de los vientos,
para así desterrar los sufrimientos
y muy lejos, pastar de la manada.
Mucho por aprender aún me queda
y muy bueno es tener que descubrirlo
por uno mismo, a dios le doy las gracias,
pues de otra forma uno quizás se enreda
sin lograr remediarlo ni impedirlo
porque escritas estén ya las desgracias.
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