Toqué con delicadeza tu nuevo y fino vestido,
te observé detalladamente, con un gran respeto.
Vuelves aquí, tan esplendorosa tras haber resurgido,
tan orgullosa y alegre de vivir este momento.
Quizás yo he llegado un poco tarde a la cita,
mas nunca por olvido, mucho menos por desdén.
¡Gracias por darme tu cálida y sincera bienvenida,
en este extraordinario y singular amanecer!
Hoy por hoy, caminas con la frente muy en alto,
ya nada ni nadie, detenerte o dañarte podrá.
Has vuelto aquí, como una joya, como fino regalo...
¡Sigue y sigue, no te detengas, que no estás sola!
GRACIAS, POESÍA VIRTUAL
|