Llegó el invierno
con tímidas lloviznas,
que caían delicads
en todos los rincones.
Y el invierno decía:
¡También lloran los cielos!
Surgieron las tormentas,
la tierra se ilumina.
Un trueno siente frío,
le duelen las espaldas,
por los choques sufridos
¡PERO EL CORAZÓN DEL HOMBRE,
NO CAYÓ EN LA CUENTA!!
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