Si el silencio se marcha y no retorna
al ruido de la vida,
si la palabra esconde su sentido,
si tu niegas a tu alma la verdad,
si insistes en renunciar al vuelo,
si tus alas maltratas por rencor,
entonces, piensa, que tal vez,
no encuentras la luz en tus entrañas.
Si el beso de un niño te deja indiferente,
y las puestas de sol no alumbran nada,
entonces tu vida se escondió en el error,
en las tinieblas,
en las sombras de la noche y el día...
Despierta, entonces vida mía,
Vuelve a nacer,
regresa,
y verás que la esperanza es cosa de todos los días.
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