-¿Cuándo y dónde nació usted, la llamada Décima Musa?
-Nací el 12 de diciembre de 1651, en San Miguel Nepantla, México.
-El hecho de que me haya concedido este diálogo, es una fortuna.
-Usted, Raff, puso en ello mucha voluntad y ahínco.
-Dígame: ¿quién fue realmente Sor Juana Inés de la Cruz?
-Una mujer extraordinaria a quien yo misma le dí vida.
-Cierto, con usted, la literatura universal se llenó de luz.
-No quiero ser petulante, pero fui un prodigio desde niña.
-¿A qué edad comenzó a leer, si es que lo recuerda?
-Nunca se me ha olvidado. Fue a los tres años.
-Sus biógrafos la ubican como autodidacta y gran poeta.
-Efectivamente, el estudio y la meditación fueron mi faro.
-¿Cómo fue su niñez? ¿Cómo transcurrió su adolescencia?
-Siempre fui discreta, ávida por allegarme conocimientos.
-Entonces debo interpretar que usted fue muy seria.
-Eso que señala es absolutamente verdadero.
-Usted perteneció a la corte del virrey de Nueva España.
-Sí, cuando era adolescente. Allí fui dama de compañía.
-Y como tal, ¿qué funciones eran las que desempeñaba?
-Digamos que en el plano espiritual daba asesoría.
-Se especula mucho del por qué se convirtió usted en monja.
-Lo sé, no han faltado quienes me han inventado amores.
-Y que se unió a las carmelitas por una decepción amorosa.
-¡Es mentira! Fui religiosa siguiendo a mis impulsos interiores.
-Bien. ¿Qué estudios cursó en el Convento de San Jerónimo?
-Teología, literatura, historia y también algo de música.
-Estudiar tanto y en esos años una mujer, ¿no era inaudito?
-¡Claro que sí! La Iglesia Católica quiso desaprobar mis estudios.
-Por supuesto, todo aquello quedó en una intentona, ¿no es así?
-Yo me rebelé. Defendí el derecho de las mujeres a la educación.
-Pues quiero decirle que aún hoy, la lucha de ellas no tiene fin.
-Por ustedes, hombres necios que acusais a la mujer sin razón.
-¡Oiga, espere, Sor Juana! Parece usted estar alterada.
-¿Para qué os espantais de la culpa que teneis?
-Usted está generalizando y en eso, de bueno no hay nada.
-Discúlpeme Raff, pero es que hay tanta mujer infeliz...
-De acuerdo, mejor hablemos de cómo juzga su poesía.
-Totalmente ingeniosa, elocuente y llena de expresividad.
-Sor Juana, ¿la vida le dio lo que usted se merecía?
-Yo creo que sí y eso me llena de una profunda felicidad.
-Finalmente, ¿hay algo más que quiera aquí agregar?
-Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis.
-Jamas quise molestarle ni verbalmente forcejear.
-¡Sois la ocasión de lo mismo que culpáis!
NOTA: Juana Inés Ramírez de Asbaje, poeta y humanista mexicana, fue una de las personalidades más sobresalientes de la literatura virreinal del siglo XVII.
Sus escritos fueron poemas líricos y alegóricos, dramas religiosos y profanos.
Entre sus obras más famosas, están Inundación Castálida (1689) y Respuesta a Sor Filotea (1691).
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