En el Paraíso de la vida
el Creador se ha manifestado
con sus nubes de algodón
y el tesoro del silencio en los álamos.
Las montañas milenarias
con su rata vibración del instante
son testigos enmudecidos
de tantos eventos durantes los siglos.
En el Bing-Bang se expandió
todo un mundo de asteroides,
de planetas y nebulososa
unificando la Via- Láctea.
En ella está nuestro mundo,
las estrellas fieles nos acompañan
vistiendo nuestro rumbo y progreso
aspirando a ser eternizadas.
En otros mundos se encuentran
historias inacabadas,
secretos y miles de incógnitas
que el gran Cosmos nos desvela.
Entre tantas galaxias
apenas somos un suspiro
jalonado de impaciencia
por lograr la sabiduria soñada.
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