Aquel pasado de recuerdos,
de simples notas biográficas....
Aquel momento obscuro,
en medio, una plegaria,
una rodilla en tierra,
y tu ausencia en mi alma.
Ya no puedo esperar,
se pasó el tiempo.
Ya no puedo soñar de la misma manera,
ni abrazar tus encantos.
Los besos, siempre a cuestas,
torciendo mis espaldas,
doliéndome el aliento,
se regresan a su lugar de origen,
con rumbo a las cenizas de mi primer amor.
¡Lo siento!
Seguí buscando aquella luz perdida,
y encontré una senda
que me llevó hasta un tunel
¡por nombre corazón!
Y allí resplandeció de nuevo,
una estrella bendita,
con su cálida luz,
¡la cálida luz del corazón!
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