¡Volar, volar!
Volar por los tercos sueños,
por las ilusiones perdidas,
por enterrados sentimientos.
¡Volar, volar!
Mientras intento
coger el sueño para olvidar...
olvidar los sueños,
sueños que recorren los pasillos
y los corredores de mi cerebro.
¡Duermo, duermo, duermo!
y al despertar... ¡Otra vez los sueños!
haciendo brotar el desasosiego.
Inmersa en el laberinto del tiempo
voy recordando las metas
que me impusieron mis conceptos.
¡Todo está tan lejos!...
tan tremendamente lejos.
¡Que lejos están las metas!
¡Que lejos están los sueños!
Y que cerca el final presiento
al verme envejeciendo
mientras me acerco
a la inevitable frontera.
¡Que cerca está el final!
Tan cerca...
como el final de este poema.
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