Sonata del pirata y la lluvia.
Herida de plomo y soberbios diamantes;
lágrimas de Dios por siempre brillantes;
en Gotas de colores alucinantes;
icor cristalino de divina espesura.
Frenéticos punzantes guijarros de plata;
viajan flechando a la rosa escarlata.
Meciendo el barco del solitario pirata
en los vaivenes potentes de su harta bravura.
Cuando se sienta solo en los caminos viejos
y te vea llegar desde el cielo a lo lejos;
arrulladle como a un niño de noche solitario.
Y cuando sea la hora en que lo abandone la suerte;
y peleando se abata en duelo el corsario;
embalsama en cristales soberbios su lecho de muerte.
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Publicado el: 16-10-2003
Última modificación: 00-00-0000
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