Camino lenta,
sin prisa,
mis latidos son trémulos y lejanos,
dormitan,
siento como cada segundo
va formando parte del pasado,
y retumba en mis oídos,
cada gota de lluvia
que cae sobre el asfalto.
Serena y distante,
mi sombra me hace compañía,
bajo un cielo acolchonado,
las nubes me refugian,
los árboles se desnudan a mi paso,
invitándome a imaginar tu cuerpo,
me alientan con su mirada,
soñando con el ansiado encuentro,
pero espero paciente y segura,
rodeada de paz y calma,
porque sé,
que pronto volverás
y juntos volaremos,
más allá de los cielos.
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