Cuántos recuerdos y vivencias,
no se borran, aunque el tiempo pasa;
cuánta vida, cuánta convivencia
guardan las paredes, de mi vieja casa.
Frente a otras más altas,
ella parece estar dormida
y sin embargo, aún así resalta,
no ha muerto, aún tiene vida.
Mi vieja casa me vio crecer,
en ella reí y también lloré;
en ella soñé con algún querer,
en mi vieja casa, ilusiones forjé.
Ella hoy sigue de pie,
con las huellas del tiempo que pasa;
aunque por otra la cambié,
no me olvido de aquella, mi vieja casa.
|