Templando corazón y alma,
como acero en la fragua,
alejada de la red un tiempo,
antes de verme atrapada.
Volcando amores, y pasiones,
no medía cuanto amaba,
solo contaba el darse,
sin importar si ahí quedaba.
Cree uno conocer la vida,
y cuanto mas vivimos,
mas sorpresas nos aguardan,
¡ay! amor que no fuiste amor!,
solo un sucedáneo, que engaña.
Mas sigue saliendo el sol,
fluye cristalina el agua,
llueve porque es tiempo frio,
y nuevas paredes me resguardan.
La nieve sigue siendo fria,
cuando la acerco a mi cara,
pero aún brillan mis ojos,
porque la sigo viendo blanca.
Cuerpo y alma se restablecen,
con el tiempo que pasa,
con el cariño de la amistad,
y cuando mi hija me abraza.
Nada he de temer en adelante,
porque en verdad nada me falta,
todo está en mi para seguir,
el caminar es mío, eso me basta.
|