A unque ya te siento muy mía, no puedo evitar la
Z ozobra de llegar a perderte algún día.
U nicamente tú estás en mi memoria, tu
C uerpo, tu cara, son para mí la gloria.
E n el pasado, cuando tú no existías
N o conocía el amor, nunca sonreía...
A hora, todo ha cambiado. Ahora... ¡Eres mía!
|