Sí, hay que salir a la calle y ver...
Apreciar justamente carencias y sacrificios,
entender que las soluciones son para ayer,
que la necesidad no tiene cabida en los olvidos.
Sí, frente a frente, dialogar con la miseria,
escucharle bien sus ilusiones de progreso,
transformar apatías en creencias,
buscar acuerdos, establecer consensos.
Sí, hay que entrar a otras casas y ver...
Aniquilar por siempre la violencia intrafamiliar,
ayudar a la indefensa niña y mujer,
mitigar el hambre, enseñando a pescar.
Sí, frente a frente, dialogar con la miseria,
no olvidar que hay gente descalza,
que los pobres sí sienten y sueñan querencias,
que son nuestros hermanos, que tienen alma.
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