Se silenció mi mundo,
buscando como evitarlo,
se hizo noche el dia,
persiste el descontrol,
entre locuras y letargo.
Cesa la alegria cuando,
el dolor no termina,
la muerte se esconde,
agazapada tras la esquina.
Tiembla mi alma al leerte,
siento un escalofrio raro,
algo me duele muy dentro
cuando percibo angustiada
una madre en desamparo.
Fuerza, valor, nada parado,
plantar cara a la vida,
hasta el ultimo trago,
aunque caminemos a gatas
teniendo que hacer a solas,
ese ultimo tramo amargo.
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