La dama de piedra apoyada,
sobre una tumba sin nombre,
y entre sus manos escondía,
una golondrina herida,
ensangrentada,
en su rostro dos lágrimas,
de cristal verde esmeralda.
Fué como un sueño.
La golondrina el sentimiento,
la tumba, la muerte,
la dama de piedra, la vida.
En el vértice callado,
de una tumba olvidada,
una golondrina duerme,
en las manos de una dama.
Envuelta de tristeza,
ahogada por sus lágrimas,
y teñidas de roja sangre,
estan sus negras alas.
Bajo un cielo sin estrellas,
un sol de color de plata,
y la dama en sus ojos,
lágrimas de color esmeralda.
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