Quisiera que el dolor,
no fuera mi aliado,
quisiera poder sentirte,
con los ojos cerrados.
Quisiera saborearte,
teniéndote a mi lado,
quisiera que...
me hubieras amado,
no haberte llorado.
Tus palabras como dardos,
en mi se clavaron,
me has defraudado, negado,
cuando tu eras mi orgullo,
mi gran enamorado.
Yo siempre te he pregonado,
al sol, lucero, al viento,
a las nubes, al espacio,
a quién por ti ha preguntado.
Ahora no se que decir,
¿qué me he equivocado?
sí, eso diré, que yo le amé,
cuando él nunca me ha amado.
Para ti mi último poema,
para decirte adiós,
aunque lo escriba llorando,
con mi amor desbordado.
|