Vuelve sobre la suntuosa forma del acaso
y su libre torbellino.
Sobre la sustantiva calidad de sus reliquias,
y su callada presencia.
Vuelve sobre los gestos abismados del silencio,
a la riqueza de las horas trasegadas,
y a ese indeleble trazo del dolor
en desgarrado laberinto.
Misterio y existencia.
… y no encontrar otra palabra que no sea
vida,
para explicar el milagro peregrino
de repetir una vez y tantas veces
el camino trazado entre desbordes
por los seres del cristal en que se mira.
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