Tu dulce voz a mi oído ha llegado
y ha hechizado a mi corazón.
Gracias amor mío porque has arrullado
a mi alma abandonada, con tu suave canción.

Te escribo estos versos porque eres dulzura,
te escribo estos versos porque tú eres amor.
gitanita preciosa, eres toda ternura,
eres lo más bello que hizo el Creador.

Tu dulce voz, gitanita querida,
es como el arrullo de las olas del mar
porque hace que mi alma se quede dormida
y luego comience contigo soñar.

Tu dulce voz, querida gitanita,
es como la brisa del amanecer,
es como una gota de agua bendita,
es como el lucero de mi atardecer.

Es el chasquido del vuelo de un ave,
es la nota hermosa del pentagrama musical,
es la canción bella dulce y suave
que entona en nuestro Edén el coro celestial.
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Maracaibo, 04/07/03

Mariano Bequer