algo indetenible se abrasa al tiempo
con sus manos de sierpe y arena
construye una catedral sin mitos
una maravilla sin andamios, intermitente
donde la espuma corre por las venas
promiscua su cabellera voluptuosa
su cuello, el inasible puente vertical
que cruzo tropezando en cada beso
coruscante, los remilgos ramilletes
que se colocan a los bordes, paciente
algo impenetrable se acomoda en los bordes
con sus riegos maturinos y sus brisas de besos
con sus tres mil trenes unos tras otros
un intermitente haz de relojes de arena
donde tropieza el pulso de lo inconcluso
donde se detiene el cálido saludo de nadie
escorzada bisagra de una inmensa puerta
este sol nuestro que dificulta las sombras
que hace transparente cuanto araña
eres el mar y el viento sólo un alga
algo de ti, algo que transita por el viento,
mientras te lee, te percibe y se encabrita
cuando acaricia las olas, algo de mar
cabalgante no es sino la espuma de tu sed
arremolinada en tus disturbios silenciosos
vuela peinada en los vaivenes transparentes
cae suavemente como mariposas húmedas
ya quieta, repentina y sin saberlo, una caricia
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