Espérame en el oleaje de los deseos
cuando, desnudada de cadenas,
corra al encuentro del invierno y
serena, repose en tu calor.

Espérame en la estela de tu canto
cuando brote en mi seno
la semilla de las rosas amarillas,
llena de luz y de esplendor.

Espérame en la puerta de tus ojos
cuando sobre mí caiga
la justicia del sol y acógeme
a la sombra de tu parasol.

Espérame en el camino de tus sueños,
cuando el otoño, al fin, me sorprenda
tejiendo la plata enmarañada
por el viento del atardecer.

Espérame, al fin, en el fin del mundo,
en el eclipse de nuestro destino,
llevando en tus manos
el fruto de nuestro amor.

SEMPRE

Agárdame na ondada dos desexos
cando, espida de cadeas,
corra ao encontro do inverno e
serena, repouse no teu calor.

Agárdame na estela do teu canto
cando xermole no meu seo
a semente das rosas amarelas,
chea de luz e de esplendor.

Agárdame na porta dos teus ollos
cando sobre min caia
a xustiza do sol e acólleme
á sombra do teu parasol.

Agárdame no camiño dos teus soños,
cando o outono, ao fin, me sorprenda
tecendo prata arremuiñada
polo vento do solpor.

Agárdame, ao fin, no fin do mundo,
na eclipse do noso sino,
levando nas túas mans
o froito do noso amor.

CONCHA LÓPEZ