Siempre que un sueño absurdo perjudica
tal vez a su capricho nuestra mente,
mejor que le exijamos referente
si acaso se fugó de la botica.
Pues si de sobresalto nos salpica
nos deja en un estado deprimente
pretendiendo escapar por la tangente,
bueno fuera saber por qué se pica.
Y mira que soñamos cada noche,
que nunca la cabeza se relaja
ya esté casi dormida o bien despierta,
tratando de acallar cualquier reproche
si acaso nos promete una rebaja
para siempre tenernos en alerta.
|