¡Al obitorio indeleble, de prisa!, nos vamos
a doler lúdicamente el abandono sacarifero
para acabar la parsimonia sofocada de intención
y descubrir la salvedad de un omiso acicatero.
Y río sabiendo que estoy con ustedes
más no me dilaten los pasos ajenos
que el tiempo está milésimo de tanta oquedad
y el día esta odorante de tanto recordar.
La forma esta cansada de estar
ahí, fustigante, colgando de un falaz vocablo triste
semeja la intangible estampa sempiterna
que escapa a la memoria de un día como hoy
cuando te vi.
17 - 10 - 2010
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