Yo soy así, también te pido amores,
de tus ojos los bastos manantiales
y que canten las fuentes virginales
en el cenit procaz de mis ardores.
Manojos en la noche de primores
en tus labios brillantes, otoñales,
sean así por piedad todos mis males
el vértice feliz de tus honores.
Cautive este soneto mi avaricia
por el néctar salido de tu boca
en el fugaz calor de tu ventana.
Nos demos con amor gentil caricia
en el momento que te vuelve loca
el regresar a la pasión temprana.
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