Me marcho triste amor porque te dejo,
mas no logro quedarme relajado
quizás porque me siento abandonado
al tener que pagar con mi pellejo.
Sin duda, con dolor así me quejo,
saliendo a la sazón perjudicado,
porque no quiero oler ningún enfado
que me lleve a sentir caduco y viejo.
Y aunque añoro la risa de tu boca
nunca te faltará mi abrazo noble
extraviado diría en la distancia,
pues alegría ya me queda poca
al convertir mi vida en pasodoble
al que me enfrento, dios, sin elegancia.
|