Si me pasara el día disgustado
tratando de limar cualquier asunto,
no quisiera atraer lo que barrunto
mostrándome sumiso y despiadado.
Porque Dios me disculpe, si acusado
de quitarme de en medio, me pregunto
dónde se ha de fijar el contrapunto,
para que el mundo vea con agrado
mis frecuentes encuentros con la nada,
si mucho antes se pasa bien canutas
discutiendo de lógica y decoro.
Pero con la experiencia acumulada
las miradas se cruzan todas juntas
cantando las vitorias en el coro.
|