Porque si el alma fuera vanidosa
no sería la fuente de mis versos,
inventando posibles universos
creyéndose feliz y primorosa.
Porque fuera mi vida escrupulosa
quien mucho conservó mis ojos tersos,
y a la razón llevé hitos diversos
por conservar mi fe color de rosa.
Para que envuelto entre calientes brazos,
fuera casi imposible que mi genio
viéndose confortable lo desmienta,
al saber que al calor de tiernos lazos
mi libertad desatendió su ingenio
donde permaneció su alma contenta.
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