La crisis de momento no termina
porque a los poderosos no interesa.
Aunque en el alma, dicen, les pesa
vivir desconcertados, cosa fina.
Las dudas, desde luego, no elimina
saber cómo el gobierno se confiesa
y todo el culo a los germanos besa
diciéndoles que España es una mina.
Pues a precio de saldo todo venden
al tiempo que hipotecan el futuro
de una gran mayoría de españoles,
los cuales de sus níscalos dependen
porque siendo el paisaje tan oscuro
cazando nos veremos caracoles.
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