Cuídate de las sombras a tus espaldas,
aprende a tocar el viento con un suspiro;
alimenta con amor tu alma
y vive intensamente tu destino.
Busca lo dulce de una gota de agua,
abre tus poros al contacto con la lluvia;
dile que sí al poema que se insinúa
y nunca olvides el amor de tu familia.
Sé paciente y abandona la pereza,
no imites al que mal ejemplo sólo puede dar;
actúa con el corazón, no con la cabeza
y nunca pierdas la capacidad de amar.
Grítale a todos la gracia de tu reír,
que nada ni nadie te haga pequeño;
demuéstrale al mundo tus ganas de vivir,
que son ciertas, que no son un sueño.
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