Acosado indagaba
de joven aposentos diferentes
donde quizás con trucos inocentes
de vez en cuando yo remedios encontraba.
Aunque con mucho esfuerzo la vida me buscaba
a veces al león le vi los dientes,
asesinos pardiez y relucientes,
cosa que me agradaba.
Nunca me abandonó la voluntad
gracias a dios, tampoco mi mejor optimismo
para plantarle cara a los problemas,
tanto que muchas veces, a decir verdad,
nunca me aproveché del intrusismo
que la gente pudiera hacer de mis poemas.
|