Resultar no resultan coherentes
porque aunar los esfuerzos les fatiga,
o quien sabe si el diablo les castiga
al verlos de verdad inconsecuentes.
Incluso yo les veo irreverentes
cuando extendiendo con fervor la intriga,
sólo logran que el tema les persiga
por multitud de vías diferentes.
A muy pocos convencen desde luego
con esos comentarios tan absurdos
dignos de una corona bananera,
donde los listos hoy se dan el pego
ante un pueblo poblado de palurdos
que miedo tienen de cruzar la acera.-
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