Siempre soñé con voluntad flexible
al contar con salud y con dinero,
que visto con cabeza y buen salero
bueno fuera vivir lo más posible.
Y viendo qué resulta muy factible
ante el tendido quito mi sombrero,
a no ser que aparezca algún torero
y me mueva de forma imprevisible.
Porque ya la experiencia me asegura
que siendo el pensamiento relativo
casi nada resulta hoy absoluto,
pues quizás resultara una locura
el actuar como un lobo inofensivo
al que de vida reste un vil minuto.-
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