De agudos tertulianos
se llenan los platós televisivos,
con sus razonamientos vomitivos
cuando defender quieren argumentos insanos.
Pues por justificar a corruptos tiranos
parecen loros, sin pudor, esquivos,
al medrar en sus puestos respectivos
sin pillarse las manos.
Y todo sea por captar audiencia
que la pluralidad así se justifica
que en dos bandos España se divide:
uno que vive a gusto sin ninguna conciencia
de la miseria atroz, y que critica
al otro bando ingenuo, que más justicia pide.-
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