Fácil será mi mente quien protesta
y mi cuerpo turbado quien se queje,
porque a la sombra sufre cuanto teje
manteniéndose ajeno así a la fiesta.
Porque ni suma, creo yo, ni resta
ir por el mundo siendo un vil hereje,
esperando que un dios le despelleje
pujando incluso por ganar la apuesta
fácil que errar de nuevo me deprime
y tanto que aborrezco equivocarme
llevado a la sazón por la ignorancia,
aunque razón no tengo que escatime
para en mitad del lodo revolcarme
negando al corazón su relevancia.
|