SONETO.-
Por falta de cariño, mis entrañas,
duras como los callos se pusieron,
y a cotejar idilios no aprendieron
por dedicarse a múltiples hazañas.
Y en buscarse la vida y sus castañas,
de joven, sin cesar se entretuvieron,
y relax para amores no tuvieron,
ni paz para limpiarse las legañas.
Y ciego como un topo, mil venturas
avisté con el mismo resultado:
acabar deprimido en la cuneta,
donde la insensatez no admite curas
porque una vez el corazón cerrado
no se puede fijar ninguna meta.-
|