SONETO.-
Cuando la democracia da patadas
al votante simplón en el trasero,
mejor sería plantearse un pero
que verse con las manos bien atadas.
Que si las piernas van agarrotadas
por cuentas en el banco sin dinero,
la sartén por el mango el usurero
tiene, como sus trampas amañadas.
Un cuento puede ser la democracia,
como se suele constatar, de chinos,
quien sabe, si importado de Oriente,
que contado con mucha diplomacia,
con astucia confunde los caminos
de quien no tenga dos dedos de frente.-
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