MUY A MENUDO AL CERRAR LOS OJOS
Muy a menudo al cerrar los ojos
en un jardín de flores te imagino,
pero quien sabe si perdiendo el tino
el más débil serás entre los cojos.
Será que siendo tus instintos rojos
está predestinado tu destino,
y por mucho que hiles siempre fino
a picar que te mandan los rastrojos.
Igual da que no fumes ni que bebas
puesto que al discurrir de los extraños
la juerga siempre va con los isleños,
y aunque del cielo igual te caigan brevas
en vano nunca pasarán los años
y mucho menos, don José, los sueños.
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