Soneto.-
Entretanto prosigo fiel a mi huida
lejos de mil batallas y desdenes,
observando indefenso los retenes
donde aguardo mi rabia tan temida.
Por si mañana resulta aburrida,
aqueste cisco, llevo entre badenes,
ocultando la caja de mis bienes
que me ponen la plata tan jodida.
Cómo no habré de echar todas la cuentas
si a perder el tesoro más preciado
casi siempre a salvar me disciplino,
si del olvido tasas harapientas
muy poco significan de afectivo
al margen del rollón del pan y el vino.
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