Noches de tormenta,
huracán de lágrimas
que tus ojos anhega
al pasar.
Días de ventisca,
copos de desolación
que tu alma enfrían
sin parar.
Más soplará un dulce viento,
y un suave arrullo
te envolverá.
Calma y sosiego
siempre se anuncian
tras la tempestad.
Solo dale tiempo al tiempo
... tu paz volverá.
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