Soneto.-*
Cuánta sangre la paz hoy necesita,
que nadie puede convivir siquiera
bajo la misma e insólita bandera,
porque con poco la pasión se irrita.
Al parecer el pundonor no invita
a disfrutar la dulce primavera,
sin discutir tal vez la vida entera
tal que al mismo demonio luego incita.
Será que se acabó la tolerancia
y por doquier se impone don dinero
sin prejuicios a golpe de pistola,
sin importar que esté bastante rancia
porque en manos expertas de un cuatrero
dispara siempre que se mata sola.
|