Soneto Blanco.
Pues hoy no sé si temo más al niño
que dentro llevo y fácil se rebela,
o al abuelo que todo me reprocha
y de paso retuerce sus bigotes.
Porque si la conciencia me sacude
ningún bastión a salvo me sostiene,
sino que triturándome hoy el coco
a Lucifer me mandará sin alma.
Y heme aquí sin saber hoy lo que quiero,
si aceptar satisfecho mi fracaso
o desnudo volver a mi guarida,
donde a pocos importen mis locuras,
salvo que de mi juicio necesite
y sin trabes lo sepa aprovechar.
|