HABIENDO DOMEÑADO MIS PASIONES
Habiendo domeñado mis pasiones
resolví con mesura mis problemas,
manteniéndome lejos de esos temas
que nadie a mí tocaba los cojones.
Que no son hoy de broma los follones,
entre los cuales tú con tus morfemas
jugando con el fuego igual te quemas,
temiendo que te pisen los talones.
Será que por la vida voy tranquilo
y a las mujeres con respeto veo
sin que loco me vuelvan los altares,
y conservar quisiera yo mi estilo
que aunque difiera del señor Tadeo
problemas no me dan sus avatares.
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