Soneto.-
Recubierta del polvo y del sudor
se endureció mi frente encallecida,
y en su constante lucha dividida
se debate entre el odio y el amor.
Preocupada vive su dolor,
tanto que ni quedándose dormida
consigue relajarse convencida,
de sacarle al presente su dulzor.
Y así es como se graban las herencias
debajo de la piel de los humanos
haciendo su trabajo permanente,
aunque sin intención las apariencias
a veces nos acusen de tiranos
sobre todo si actuamos de repente.
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