El crimen es el espejo
del orden establecido,
que antes de herir mi pellejo
si puedo ni me despido.
El crimen es el espejo
de una educación maltrecha,
que siempre guarda su rejo
después de encender la mecha.
Y será la consecuencia
del orden establecido,
sin que ninguna conciencia
hoy le dé caza al bandido.
Porque haciéndome viejo
la experiencia ya se impone,
que antes de herir mi pellejo
mi juicio detrás se pone.
Así voy tal vez tirando
desde que salí del nido,
cuando a la chita callando
si puedo ni me despido.
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