SONETO.-
Se arrastra en España y en el mundo,
el fango que empobrece a nuestra gente
que va a sus anchas, harto indiferente,
y todo lo trastoca en un segundo.
Tenemos que tragar un mal profundo,
heridas que se marcan en la mente,
pobreza que se vive, que se siente
y hace del trabajo, algo inmundo.
Por eso a veces yo me ruborizo
viendo que las prebendas tenebrosas
nuestra platónica ilusión deshizo,
al ver como cambiando algunas cosas,
el sueño de riqueza quebradizo
se borra por un pan y algunas rosas.
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