BASTANTES VECES EL GOZAR SE ESCONDE
Bastante veces el gozar se esconde
justo detrás de nuestros propios ojos,
como si presas fuéramos de antojos
a los que nadie en vida aún responde.
Será que sin saber cómo ni dónde
por el mundo corremos medio cojos,
con los tornillos de los huesos flojos
por más que el estupor igual nos ronde.
Será que a todos sin igual destino
al final de la vida nos espera
sin que exista billete de retorno,
y tanto que marcharse harto vino
una fortuna apabullante fuera
pasar por alto tan atroz bochorno.-
|