CIELO DE COLORES
Porque pinto mil cielos de colores
como a mi buen capricho se le ocurra,
casi nunca diría que me aburra
aunque haya de seguirle sus rigores.
Quizás no necesite admiradores
de cuanto en este mundo me transcurra,
y por si entre los dedos se me escurra
no quisiera perderme sus sabores.
No estaría de más alguna suerte,
que me ayudara a ser también feliz
de la forma que al mundo le apetezca,
y a su estilo creer en lo divino
yendo sin corazón ni cicatriz
entre tanto y al cuerpo le parezca.
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