SONETO.-
Por tres perras venderme no me vendo
porque mi dignidad vale bastante
más, aunque muchos ya me den el cante
dejándome entrever de quien dependo.
Yo con uñas y dientes me defiendo
tirando como puedo hacia delante,
al poder constatar que el contrincante
de mis bondades pueda estarse riendo.
Quizás al competir me desanimo
pudiéndome quedar sin energías
si no consigo hacer valer mis dones,
cuando a solas emprendo mi camino
sintiendo las alforjas tan vacías,
que al final necesite de bastones-
|